La teca india ofrece una madera elegante, resistente y agradable a la vista. No obstante, se trata de un material que requiere cuidados periódicos para que su lustre no se desvanezca.
En el caso de las tumbonas, mobiliario que suele estar expuesto a la insolación y a las inclemencias del tiempo, el mantenimiento es aún más importante si cabe. En Brycus consejos te recomendamos seguir los siguientes pasos para que tu tumbona se vea perfecta.
Por lo general, el primer paso es limpiar las capas desgastadas de agentes protectores: barniz, cera, protectores, sellados y otros. El objetivo es homogeneizar la superficie de todo el mueble para volver a aplicar las diferentes capas. De esta manera podemos garantizar que la tumbona no presente ningún punto vulnerable.
La eliminación de las capas se realizar con una lija. Es conveniente contar con una lijadora para ello, pues hacerlo todo con hoja de lija resultaría tedioso y cansado. Sin embargo, para alcanzar algunos recovecos y dejar los listones a punto será necesario tener también algunas piezas de papel de lija sueltas. Los puntos que sea imposible limpiar con la lijadora se harán a mano.
Elige adecuadamente el número de lija pertinente. En este paso es importante comprobar cuál es el nivel de rugosidad aceptable para la aplicación de las diferentes capas protectoras. Algunos productos solo son aplicables cuando se ha pasado una lija fina. Revisa los recipientes en busca de alguna indicación.
En todo caso, antes de empezar a distribuir líquidos con el pincel, es necesario eliminar el polvo. Si tenemos un comprensor de aire podemos soplar cualquier depósito con él. De lo contrario, será necesario un cepillado rápido y pasar alguna gamuza que retenga bien el polvo procedente del lijado. No ha de quedar polvo alguno, pues formaría grumos en posteriores etapas del mantenimiento, dando lugar a imperfecciones superficiales que no solo deslucen el mueble, sino también lo hacen más incómodo y lo exponen a posibles deterioros futuros.
Si ya se ha hecho un buen trabajo eliminando cualquier traza de polvo, entonces se puede empezar a tratar el mueble. La primera capa consiste en un imprimador incoloro. A ser posible se optará por una marca que ofrezca características insecticidas y fungicidas, pues de este modo nos libraremos de indeseables escarabajos barrenadores, carcomas y mohos.
Hay que dejar que la capa se seque bien antes de aplicar la siguiente. No debe acelerarse el proceso de secado poniendo la tumbona al sol. Un secado rápido puede derivar en que la capa se cuartee, dejando la madera expuesta y echando a perder la bonita apariencia de la teca. Por ello, es preferible que el mueble se seque a la sombra, en un lugar donde la temperatura no sea muy alta y que tenga suficiente ventilación (los gases de algunos líquidos para bricolaje pueden ser tóxicos).
Cuando el imprimador esté correctamente secado, se puede proseguir con el protector. Conviene que sea mate para que el brillo no entre en conflicto con la capa de barniz exterior. Este protector es el encargado de bloquear los rayos ultravioleta e impermeabilizar la madera. Es necesario esparcir de forma homogénea el producto para que toda la tumbona quede correctamente protegida. Acto seguido, ha de dejarse secar siguiendo las mismas directrices indicadas arriba.
Finalmente llega el turno de la última capa. Se tratará de un barniz elegido a gusto del propietario. Puede ser compatible con cera o no. Puede dar color o no. Lo importante es que esta última capa selle las otras impidiendo que el mueble reciba daños.
Si se siguen todos los pasos de Brycus consejos lograremos que nuestra tumbona esté siempre en su máximo esplendor para esos días de piscina o esparcimiento en el jardín. Un buen mueble de teca puede durar toda una vida, solo necesita un poco de mimo.
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