Existen diversos elementos que puedes elegir para instalar en tu terraza o jardín y crear ese espacio especial. Las pérgolas, las carpas o los cenadores son algunas de las opciones disponibles. Para que puedas elegir entre todos estos elementos, a continuación, te damos algunos consejos prácticos con los que acertarás seguro.
Ten en cuenta el tamaño del que dispones
Existen terrazas y jardines de todos los tamaños y para cada uno hay un elemento perfecto para proteger del sol. Las pérgolas, los cenadores y las carpas son elementos funcionales y estéticos que cumplirán esta función a la perfección. Todos son estructuras que ofrecen una protección muy adecuada frente al sol o la lluvia. Pueden ser fijos o móviles y están construidos con materiales similares existiendo una gran variedad de diseños para que puedas encontrar el que mejor se adapta al estilo de tu terraza o jardín.
Entre estos tres elementos la carpa y el cenador son los de mayor tamaño, por lo que, si no dispones de un espacio al aire libre grande, quizá no debas optar por ellos. La pérgola suele instalarse adosada a un muro, aspecto que debes evaluar si quieres colocar una pérgola. Suele ocupar menos espacio, por lo que resulta ideal si el espacio del que dispones no es muy grande. Similar a la pérgola está el toldo, aunque el tipo de protección, el diseño y la estética final que proporciona es totalmente diferente.
Resistencia a la intemperie
No debes perder de vista el hecho de que el elemento que vayas a utilizar para protegerte del sol será el que reciba la peor parte durante el verano. Los rayos del sol y la lluvia incidirán directamente sobre él, por lo que debe estar fabricado en un material capaz de soportar estas condiciones sin problemas.
La pérgola suele ser una estructura fija, por tanto resulta mucho más resistente e inalterable con el tiempo. El cenador presenta una menor resistencia y suele ser recomendable desmontarlo y guardarlo cuando acaba el verano. La carpa es sin duda el elemento más temporal, el menos resistente, por lo que suele emplearse únicamente para albergar en su interior algún evento, desmontándose cuando este acaba.
En el mercado también pueden encontrarse parasoles que ofrecen una protección adecuada al sol con la ventaja de que son portátiles y te permitirán instalarlos donde quieras. Al ser elementos móviles, no sujetos a ninguna estructura, resultan menos resistentes al viento o la lluvia, debes tenerlo en cuenta si tienes un parasol y se produce una tormenta de verano.
Diseño, el punto diferenciador
El elemento destinado a proteger del sol formará parte de un jardín o una terraza, por tanto, el diseño del mismo debe ser acorde con el resto de muebles y elementos de ese espacio.
La pérgola es un elemento decorativo por excelencia. Existen disponibles pérgolas fabricadas en hierro fundido que aportan un toque de elegancia único al espacio exterior. También puedes optar por una pérgola de madera que se puede cubrir con diversos materiales como cañizo o plantas enredaderas que aportan sombra, sin crear un efecto pantalla, y dan un toque rústico y natural muy favorecedor en este tipo de espacios.
El cenador puede estar fabricado en madera o metal y está cubierto con una lona o con tejas. Existen cenadores que pueden fijarse al suelo y otros que son desmontables. Tiene una versión muy decorativa que se conoce con el nombre de gazebo, cuando la cubierta no es cuadrada sino octagonal o hexagonal. Los modelos que tienen cortinas aportan modernidad al conjunto.
La carpa puede presentar diversas formas y tamaños, así que resulta muy versátil. Están de actualidad las carpas con forma de dosel, muy adecuadas para crear espacios chill-out en el jardín con cojines y luces.
Elegir el elemento protector que más combine con el resto de elementos de exterior será una apuesta segura para disponer de un espacio perfecto donde dejarse llevar por la brisa agradable del verano.
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