Si tus espacios son chicos y quieres algo que no ocupe mucho lugar, los parasoles serán la mejor opción. Estos pueden plegarse fácilmente ocupando mucho menos espacio que cualquier otra opción. También llamados sombrillas, existen tres modelos de parasoles: fijo, orientable y excéntrico. El parasol fijo es ideal para tener sombra al costado de una piscina o en el centro de una mesa. Si compras uno mediano, incluso podrás transportarlo fácilmente a la playa. La sombrilla orientable sirve a los mismos propósitos, pero su diferencia es que cuenta con una pieza mecánica en la parte superior que te permitirá orientar la tela hacia donde tú quieras siguiendo la posición del sol. Y por último, el excéntrico es perfecto para colocar al costado de una mesa, ya que sus manivelas permiten la regulación tanto del mástil como de la posición la lona, adaptándose fácilmente a diferentes espacios.
Los distintos modelos pueden ser de madera o aluminio, y debes tener en cuenta su tamaño al momento de elegir su base ya que esta debe soportar el peso de toda la estructura. La tela puede ser de poliéster o lona acrílica. Esta última es más resistente a la humedad y al paso del tiempo. Ten en cuenta que su densidad también es importante ya que determinará la protección contra los rayos del sol.
Si tienes un jardín amplio es posible que quieras optar por una pérgola. A diferencia de los parasoles, las pérgolas son estructuras de cuatro columnas que se colocan en un lugar fijo y, de ser cubiertas por una lona, te protegen tanto del sol como del mal tiempo, creando un nuevo ambiente donde podrás relajarte y disfrutar al aire libre. Una pérgola cumple con una función decorativa, al mismo tiempo que da funcionalidad al espacio donde la coloques si optas por poner una mesa o sillones dentro. Puede ser de madera, de hierro, acero o aluminio. La de madera le dará un toque acogedor a tu jardín, especialmente si tienes plantas alrededor. Este material debe ser tratado previamente ya que, de las cuatro opciones, es la que menor resistencia ofrece al paso del tiempo. Si buscas algo más duradero, cualquiera de las otras tres opciones ofrecen una mayor resistencia, aunque también deberás tratar el acero para que no se corrosione.
Por último, si tienes mucho espacio en tu jardín, puedes elegir instalar un velador. El velador es ideal para tener versatilidad, ya que puedes usarlo con toldo cerrado y crear un espacio aislado donde refugiarte del viento y el mal tiempo, o abierto para disfrutar de días soleados o relajarte durante la noche. Su estructura suele ser metálica pero también los hay de acero, aluminio y hierro forjado. Con todos los tipos debes tener cuidado de las rayaduras, ya que estas podrían anular sus propiedades resistentes a la corrosión. También es importante elegir el material del toldo, teniendo en cuenta su impermeabilidad. El poliéster ofrece un mayor grado de impermeabilidad que el polietileno, por lo que si estás buscando una opción más duradera, deberás optar por él.
Los Poolfunstore consejos te ayudará en tu elección para que esta sea la más adecuada en cuanto a tu espacio, tipo de jardín, y tus necesidades. Ten en cuenta qué usos le destinarás a este nuevo ambiente y planea en torno a eso qué instalación será la más apropiada para ti.
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