Podemos diferenciar perfectamente una barbacoa de una parrilla, fundamentalmente porque una barbacoa lleva tapa. Por lo tanto, las construcciones de obra que suelen hacerse en los patios de casas son parrillas y no barbacoas. Al colocar la tapa en la barbacoa se consigue que automáticamente podamos tener un horno de brasa. Además, las barbacoas son más seguras que las parrillas precisamente por disponer de tapa, ya que las brasas se apagan solas sin tener que utilizar agua.
El área donde se lleva a cabo el cocinado, la parrilla, puede variar en su diámetro, forma o material. Cuando se usa una parrilla de obra es muy importante pensar en la dirección del humo para que en los días de viento no afecte al interior de la casa. También es relevante instalar una lámpara de terraza o jardín para disponer de un punto de luz si el evento se realiza por la noche.
Conoce nuestro surtido de carbones y ahumados. y escoge el que mejor convenga para realizar tu barbacoa. La clasificación general de carbones se organiza en dos tipos: carbones minerales y carbones vegetales.
El carbón mineral es muy contaminante y en la actualidad no suele utilizarse. Su función principal es producir calor y por eso suele usarse para trabajos relacionados con el metal más que para hacer barbacoas.
El carbón vegetal se produce a través de la carbonización de la leña. Los residuos vegetales y la leña se calientan en un horno, en ausencia de aire, a temperaturas que se encuentran entre los 400 y 700 grados. Lo más positivo del carbón vegetal es que al ser biomasa vegetal es ecológico y no contamina. Estas características lo convierten en un complemento idóneo para utilizar en restaurantes y asadores.
Se sabe que no todos los carbones vegetales tienen la misma calidad. Las diferencias radican en la materia prima utilizada y en la forma de fabricación.
Conoce nuestro surtido de carbones y ahumados. y comprobarás las diversas características relacionadas con la calidad. El carbón vegetal de calidad dura encendido mucho más tiempo, está ventaja es ideal para no tener que estar añadiendo carbón constantemente a la barbacoa. Un buen carbón aporta un sabor especial a los alimentos que se cocinen en la barbacoa. Además, el poder calorífico de un carbón de calidad es elevado para que los alimentos se asen en lugar de cocerse. Por último, un buen carbón tiene un peso más notable que uno de menor calidad.
Es muy importante comenzar bien encendiendo el carbón para que el resultado final sea positivo. Es recomendable no usar productos químicos como pastillas o líquidos inflamables porque añadirán al carbón un fuerte y desagradable olor.
El carbón se ha de prender con encendedores eléctricos o con sistemas como porta brasas para evitar la aparición de humo. Si se queman con las brasas diversos tipos de hierbas aromáticas como laurel o tomillo, se conseguirá que la carne o el pescado cocinado en la barbacoa adquieran un sabor muy original.
Cocinar en la barbacoa es muy sano ya que desgrasa la carne y además mantiene su sabor y jugos intactos.
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